A medida que la Semana de la Alta Costura llegaba a su fin, mezclando emociones con el evento Vogue World en Place Vedôme celebrando la historia de la moda francesa, las calles parisinas ahora están listas para conmemorar los próximos Juegos Olímpicos 2024; el evento deportivo más esperado del año, que también ha influido fuertemente en las aclamadas y exclusivas pasarelas de la capital francesa.
Así se vio en Christian Dior, donde Maria Grazia Chiuri, una vez más, apostó todo por el pragmatismo, la comodidad y un poco de bronce, plata y oro. Desde su debut, las colecciones de Alta Costura de Dior se centran más en la usabilidad, en lugar de en lo teatral y en las declaraciones. Aun así, siempre hay algunos looks para rescatar y su voluntad de mostrar siempre el feminismo.
También está la elegante Alta Costura de Chanel, una de las colecciones más esperadas de la temporada desde que Virginie Viard, la anterior directora creativa, dejó sorpresivamente el puesto. Se presentó en la Ópera Garnier y fue diseñada por el estudio creativo interno, mientras que los códigos de Chanel de Lagerfeld estaban más presentes y vibrantes, aún se siente la ausencia de una pieza clave al frente de la casa de moda más importante del mundo.
Sin embargo, y paradójicamente, los nombres más grandes de la Alta Costura francesa de esta temporada fueron iniciados por estadounidenses: Daniel Roseberry para Schiaparelli y Thom Browne.
Explorar el surrealismo va más allá de marcas como Schiaparelli, ha sido claro y declarado por los inquietos mundos, ideas y exploración de telas de Daniel. Por eso la Alta Costura sigue teniendo significado hoy en día, gracias a la sensación de soñar mientras se está vivo, gracias no solo a la artesanía como punto destacado, sino a empujar los límites y construir universos, donde el arte se convierte en moda y se convierte en algo necesario para sobrevivir.
No muy lejos de ser el más comentado, Thom Browne presentó su segunda colección de Alta Costura, y fue visceral, musculosa y humana.
El rey de la narrativa en la moda ha construido un tremendo y espectacular paraíso en crema/blanco hueso donde la fuerza, la sangre, los músculos, el ejercicio y el amor, sobre todo el amor, fue y sigue siendo lo que el ser humano busca. Con una colección bellamente realizada, el diseñador estadounidense ha evocado perfectamente lo que está sucediendo en el mundo, sin dejar de lado la capacidad de hacer de los sueños o pesadillas algo tangible, algo Alta Costura.
Escrito por
Juan José Jaimes